martes, 29 de mayo de 2012

Capítulo 12. Entrevistas Pt.3



Acto seguido llaman a Peeta. Ese él, el único momento en el que me incorporo hacia delante y me pongo nerviosa.

Empiezan haciendo bromas y contando anécdotas de lo peligrosas que son las duchas del Capitolio. Me pierdo mientras se huelen mutuamente, pero vuelvo a prestar atención cuando veo que Caesar mira al público y me mira a mí. Sonrío y Caesar pregunta:

-¿Tienes una novia en casa?
Me quedo sin aliento y agarro más fuerte la mano de Asher. Peeta vacila y niega no muy convencido. En ese momento pienso: "Venga Caesar, di algo más..."
-¿Un chico guapo como tú? Tiene que haber una chica especial. Venga, ¿cómo se llama?
-Bueno, hay una chica -responde él mientras a mí se me para el corazón -.Llevo enamorado de ella desde que tengo uso de razón, pero estoy bastante seguro de ella no sabía nada de mí hasta la cosecha.
Todos expresamos comprensión, sabemos lo que es un amor no correspondido.

-¿Tiene a otro? -Pregunta Caesar, ¿me estará leyendo la mente?
-No lo sé, aun que les gusta a muchos chicos. -Es el turno de Caesar para hablar, no le puede preguntar directamente quién es, tendrá que encontrar una forma más... sutil de averiguarlo.
-Entonces te diré lo que tienes que hacer: gana y vuelve a casa. Así no podrá rechazarte, ¿eh? -Caesar siempre dando en el clavo. Cruzo los dedos deseando que diga algo.

-Creo que no funcionaría. -¿Cómo? Repite lo que has dicho porque no he entendido nada. -Ganar... no ayudará, en mi caso.
-¿Por qué no? -Pregunta Caesar tan perplejo como todos, menos yo. Las pocas dudas que tenían ya han sido aclaradas, y me relajo un poco mientras espero lo que ya sé que viene a continuación.
-Porque... -Peeta se ruboriza y balbucea. Escucho con más atención para no perderme ni un susurro. -Porque... ella está aquí conmigo.
Estoy a punto de saltar de la silla cuando la verdad me impacta en la cara. He sido igual de egoísta que la gente que me rodea. Quería con tanta fuerza que Peeta estuviera enamorado de Katniss que no me di cuenta de lo que eso significaría. Dentro de unos días estarán en la arena, y... no podrán sobrevivir los dos.
Miro a Katniss para ver su reacción, y cuando miro la veo reflejada en todas las pantallas.
-Vaya, eso sí que es mala suerte. -Dice Caesar mientras todos suspiramos.

-No es bueno, no.

En ese momento desconecto de Asher, desconecto de los que me rodean, y desconecto del mundo. Sólo me apetece llorar, y no parar de llorar hasta que se me quite todo el egoísmo de encima. Llego a mi casa arrastrando los pies, y cuando llego mis padres me esperan con una horrible sonrisa en la cara. Eso me cabrea y me dirijo, cerrando de un portazo, a mi habitación. Minutos después alguien llama y yo le permito pasar.

Asher entra cabreado y no llega a entrar a mi habitación, sólo me dice:

-No sabía que podías querer más a ese chico que a mí.

Voy a abrir la boca y antes de que diga nada suelta.

-Tendrías que a ver visto lo cabreada que te has puesto cuando el chico ese ha dicho que le gustaba su compañera de distrito. -Empieza a salir por la puerta y lo último que oigo es -: No me esperaba esto de ti.

Me quedo tumbada en la cama con cara de idiota. Las preguntas botan en mi cabeza: ¿Qué? ¿Dónde? ¿Cuándo? ¿Por qué?...

domingo, 27 de mayo de 2012

Capítulo 11. Entrevistas Pt.2



Aquí os dejo la entrevista de Katniss, espero que os guste mucho.

Llega la hora de ver a "la chica en llamas", como la llama ahora todo el mundo. Estoy impaciente porque la siguiente entrevista es la de Peeta. Le miro mientras Katniss sube al escenario intentando quitarse el sudor, producido por los nervios, de las manos. Peeta hay momentos en los que la mira fijamente y otros en los que aparta la vista nervioso o por vergüenza.

Caesar pregunta a Katniss sobre qué es lo que más la ha impresionado desde que está aquí, y ella se ha quedado paralizada, como si no hubiera entendido nada de lo que ha dicho. Katniss parece buscar a alguien entre el público y sigo su mirada para descubrir que mira a Cinna, su estilista.

-El estofado de cordero. -Consigue decir después de un rato incómodo. Caesar se ríe y con él, nosotros. El siguiente minuto hablan sobre otras cosas, como de si a Caesar se le nota la barriga o sobre la impresión del público con su vestido en el desfile. Cuando Katniss dice que el vestido de hoy también es igual de espectacular se levanta y comienza a girar. Como hice yo el otro día para enseñarle el vestido a Asher. El vestido al girar es como si ella volviera a estar cubierta de llamas. Esta radiante y llega un momento en el que, mareada, se vuelve a sentar. Seguidamente le pregunta por su alta puntuación en los entrenamientos y ella contesta simpática que no puede decir, que es un secreto, mientras mira de reojo a un Vigilante. Caesar la pregunta por el día de la cosecha, y sobre su hermana Prim. Durante unos segundos pienso en lo retorcido que debe de ser Caesar para preguntarle sobre su hermana en estos momentos, Katniss parece pensar lo mismo que yo pues durante unos segundos no parece muy dispuesta a contar nada sobre ella. Entonces dice:

-Se llama Prim, solo tiene doce años y la amo más que a nada en el mundo.

Silencio absoluto en todas partes.

-¿Qué te dijo después de la cosecha? -Pregunta Caesar rompiendo el silencio.

-Me pidió que intentase ganar como pudiera.

-¿Y qué respondiste? -Dice Caesar mientras todo el mundo presta atención a cada palabra que digan.

-Le juré que lo haría. -Responde confiada. Para mí, la mejor respuesta que podría dar.

Desconecto al sentir de nuevo la mano de Asher tranquilizándome. Y no vuelvo a prestar demasiada atención hasta que Katniss y Caesar se levantan y el presentador la levanta el brazo diciendo:

-Katniss Evendeen, tributo del Distrito 12.

Capítulo 10. Entrevistas Pt.1

                             



Siento haber tardado tanto, es que he tenido muchas cosas que hacer. Disfrutarlo :D

Caesar, con su pelo color celeste, cuenta algunos chistes para animal a la audiencia y seguidamente llama a la chica del Distrito 1, Glimmer.

Unos minutos después sube Marvel, pienso en la cara de payaso que tiene, pero por lo que veo hay mucha gente a mí al rededor que ya está pensando en patrocinarle.


En el turno de Clove, la chica del Distrito 2. Parece tener cara de pocos amigos, pero causa sensación entre la gente de mi la rededor. Y una vez más me pregunto si tendrá algo más que amistad, si es que llevan a eso, entre el compañero de su distrito y ella.


Hablando del rey de Roma, suena el pitido y aparece Cato. No presto mucha atención y los tributos van pasando por el escenario. Distrito 3, Distrito 4.


Hasta que lleva el turno de La Comadreja y me fijo en lo hábil que parece esquivando las preguntas que no la convienen responder. ¿Su estrategia? Es más lista que un zorro. Pasa su tiempo y vuelven a pasar: el chico de su distrito, los Distritos 6, 7, 8, 9, 10 y llega el turno de la pequeña niña del Distrito 11, Rue.

Caesar le pregunta su punto fuerte en la arena y ella no vacila:


-Cuesta atraparme -dice -. Y, si no me atrapan, no podrán matarme, así que no me descarte tan deprisa.

Esta niña parece tan indefensa que a muchos les dan ganas de llorar. Mis manos se convierten en puños de la injusticia del Capitolio, pero justo en ese momento Caesar dice:

-Ni en un millón de años.


Me quedo pensando en la cosecha, para ser tan pequeña me pareció que era de la que más ayudaban en su distrito.

A continuación sube Thresh. Tiene la misma piel morena que Rue, pero con la diferencia de que es alto y musculoso. Thresh responde con sí o no, o simplemente no responde. Parece agresivo, pero también debe de tener un lado cariñoso y sentimental. Baja del escenario y llaman a la siguiente.

jueves, 24 de mayo de 2012

Capítulo 9



Este es un poco corto porque en el próximo empiezan las entrevistas... :D

Llego a mi casa llorando y mis padres me miran preocupados. Entro en mi habitación y Asher me mira preocupado. ¿Por qué sigue allí? Bueno no me molesta, todo lo contrario, le necesito. Abre sus brazos y me lanzo a ellos llorando.

-¿Te ha hecho daño Roxana? -Me pregunta mientras me intenta calmar.

Yo niego con la cabeza y recuerdo lo que días más tarde hablamos sobre escaparnos. ¿Podría ser este el momento?

-Entonces... ¿qué te ha pasado? -Parece preocupado de verdad por lo que decido contarle todo. Cuando he terminado me mira suspirando y me susurra -:No pasa nada.

Minutos más tarde se ríe y yo extrañada le miro.

-¿De qué te ríes?

-De que eres... especial.

-¿Especial? ¿A qué te refieres?

-Vamos Lía, mira a tu alrededor. Nadie en todo el Capitolio piensa eso. A ellos no les importa lo más mínimo el dolor de los demás. Todos son superficiales y su mayor preocupación es que se les quite el maquillaje, para saber cuándo volver a pintarse.

Asiento porque tiene verdad, él tan razonable como siempre. Bajo las escaleras y mi Tía me hace un gesto para que la siga. Asher me suelta la mano y se sienta junto a sus padres en el sofá.

-¿Qué pasa Tía Ely?

Me mira con mala cara como si supiera desde antes qué es lo que me iba a preguntar. Bajo la cabeza y le cuento toda la historia desde el desfile. Termino y Tía Ely me mira con cara de estar pensando en algo que yo le hubiera preguntado.

-Eso mismo me recorría la cabeza cada dos por tres cuando tenía tu edad. No te preocupes, con el tiempo lo olvidarás. -Me dice Tía Ely

-Lo dudo. -Respondo, eso es imposible pues siempre estarán en mi cabeza aquellas matanzas en la arena, aquellos rostros de niños pequeños en las cosechas y la alegría que desprendía el Capitolio en el desfile... Toda la gente deseando verles muertos...

-Respecto a lo de Roxana... no tengo muchos consejos amorosos para ti. Confío en que sepas tu salir de eso.

Me guiña un ojo y vuelve a entrar en el sofá. Cuando voy a entrar al lado de la puerta encuentro una carta. La abro y la leo:

<Querida Leila. He decidido aceptar tu propuesta, no eras la única que tenía saber eso así que espero verte en las entrevistas.>

Me extraño de que me haya dicho que nos veíamos en las entrevistas pues mi padre no pudo conseguir entradas para ir a verlo. Entonces miro de nuevo el sobre y descubro dos entradas en segunda fila para verlo. Salgo corriendo pues quedan 30 minutos para que empiecen, entro y les encuentro todo rápidamente. Nos dan permiso para ir y Asher y yo salimos corriendo. Nos sentamos y diez minutos después aparece Caesar Flickerman. Con su sonrisa espectacular de siempre y esas pintas típicas del Capitolio. Me pregunto qué pensarán los tributos de las pintas que llevamos aquí en el Capitolio.

miércoles, 23 de mayo de 2012

Capítulo 8


He elegido una foto de esta familia del Capitolio que sale en la peli para que sea la familia de Asher, están todos menos él :D
Llega el día de las entrevistas y esta vez mi familia y la de Asher vemos las entrevistas desde mi casa. Me visto y desayuno rápido deseando que llegue la hora. Durante toda la mañana reviso un cuaderno en el que salen como murió cada tributo y cómo gano cada vencedor. También hay un pequeño resumen de lo que fué la vida de los vencedores después del los juegos. La mayoría terminó loca o volcada en alcohol, morfina u otras dogas. Todo con tal de olvidar su vida en la arena.
Dos horas antes de que llegue la hora de las entrevistas Asher llama con delicadeza a la puerta y yo le invito a pasar. Se tumba junto a mí en la cama y veo que tiene una especie de moratón rojo.
-¿Qué te ha pasado? -Le pregunto temiendome la respuesta.
-Nada, mi hermana. -Se encoje de hombros y yo me pongo a pensar. Asher tiene dos hermanos pequeños gemelos. Los dos son rubios y tendrán unos doce años.
-No pueden a ver sido Sheila porque sé que ella tiene unos labios más pequeños. -Me giro y le obligo a que me mire. -Dime la verdad Asher -como veo que no responde digo más alto -Asher, ¡¡que me digas quién te ha pegado un chupetón!!
Asher traga ruidosamente y le miro cabreada.
-Es qu...
-Asher... ¡dimelo de una vez!
-Ha sido... Roxana...
-¿Cómo? -No me lo puedo creer, me levanto de la cama y le miro.
-Estaba viniendo hacia aquí y... pareció ella y... ¡no la pude parar vale! -Creo que he sido un poco dura, pero no entiendo por qué no me lo quería decir.
-¿Y por qué no me lo has dicho?
-Porque... temía que te pusieras así y fueras a por ellas, acabarías mal. -Suelta las últimas dos palabras con cariño.
Me acerco a él y le beso. Me mira a los ojos y cuando sabe que voy a hacer niega con la cabeza y me abraza para que no me vaya. Me consigo escapar de su abrazo y cuando estoy saliendo por la puerta digo en voz alta para que me oiga.
-Hasta aquí hemos llegado.
Salgo de mi casa con un portazo y me dirijo a la plaza en la que siempre se encuentra Roxana. Cuando llego y la veo, está con dos amigas igual de odiosas y cuando me acerco más descubro que están hablando de el chico del Distrito 2.
-Pues mi padre me ha dado mucho dinero para dárselo a Cato en la arena. Quiero que se enamore de mí. -Está diciendo Roxana.
-Pues lo vas a tener un poco difícil, está super pillado por Clove. -Suelto mientras me acerco amenazadoramente con una sonrisa malvada en los labios.
-¡Ah! Hola Leila. -Dice Roxana como si no hubiese pasado nada.
-Chicas, ¿nos disculpáis? -Les pregunto a las amiguitas de Roxana. Cuando ellas asienten y se van me acerco a Roxana y la pregunto- :¿Con que te has vuelto a acercar a Asher no?
-¿Qué...? No, no. -Me acobarda y retrocede. Me tiene miedo y eso me hace sentir bien. Sé que ella sabe todas las pruevas que superé en el colegio, y las que supero ahora en el instituto.
-Pues lo siento pero... dejastes un chupetón en su cuello. -Me acerco para decirle algo más, pero de repente me vienen a la mente oleadas de juegos del hambre. Muertes y más muertes recorren mi mente y en un intento de no caer al suelo de tristeza le digo- No te voy a hacer nada, pero por que no soy tan mala.
Sonrío y me dirijo corriendo a mi casa. Roxana suspira de alivio y, aun que sé que volverá a acercarse a él lo dejo pasar.

lunes, 21 de mayo de 2012

Capítulo 7


Aquí os dejo el Capítulo 7, disfrutarlo y espero que os guste.

Cuando me despierto Asher ya no está junto a mí, mis padres deben de haberle dicho que se fuera bien entrada la mañana. Los siguientes días nos los pasamos constantemente de fiesta en fiesta y el día antes de las entrevistas mi padre accede a llevarme a ver a Caesar. Atravesamos los largos pasillos de su oficina y llamamos a la puerta.

-Adelante. -Entramos por la puerta y Caesar nos da la bienvenida con una sonrisa.

-Leila te esperaré fuera que tienes cosas que decirle. -Me dice mi padre mientras sale por la puerta. Yo asiento y me siento en la silla que esta junto a la de Caesar.

-Bueno, dime pequeña.

-Caesar quería pedirte un favor. -Al ver que él asiente yo continúo. -Querría que le preguntases al tributo masculino del Distrito 12, Peeta, sobre si tiene alguna chica especial.

-Y eso es por...

-Por curiosidad.-Me encojo de hombros y cuando veo que él asiente intentando deducir lo que tramo salgo por la puerta tras despedirme de él. Mi padre me hace un gesto para preguntarme si todo ha ido bien y yo asiento convencida, Caesar no sabrá lo que voy a hacer con esa información pero al menos estoy segura de que se lo preguntará.

Llega por fin el día en el que nos dirán las puntuaciones de los tributos. No me extraña nada que los profesionales saquen tanta nota, llega el turno de Katniss y de Peeta y me sorprende de verdad que saquen un 11 y un 8, respectivamente.

Con la esperanza de que alguien pare estos Juegos Del Hambre me meto en la cama e intentó pensar lo menos posible.

Despierto con dolor de cabeza y cuando salgo de mi habitación descubro que la puerta de Aleo está abierta, me acerco con sigilo y me asomo con cuidado. Dentro veo que Aleo está con Amalle, están sin hacer nada sólo se miran, se besan y se ríen, como Asher y yo el otro día. Veo el amor que transmiten sus miradas. Mi padre me enseñó una vez, cuando era pequeña, que si algo no ha cambiado nunca es el amor que dos personas pueden tener entre sí.

Alguien me coge de la cintura y me giro con una sonrisa. Asher y yo nos besamos y nos alejamos de allí para dar un paseo por la ciudad.

-¿Sabes una cosa Asher? -Le pregunto tras unos minutos de silencio.

-Dime. -Miro hacia el cielo sigo hablando.

-Odio este mundo, odio la rutina de esta vida y sobre todo odio Los Juegos Del Hambre.

-Ya lo se... -Dice con un suspiro. -Pero tendremos que seguir aguantando. Tenemos una familia y aun que quisiéramos escapar...

-Tienes dos hermanos pequeños de los que no te podrías separar nunca. -Contesto asintiendo.

-No, tienes razón de que nunca nos los podría dejar pero también hay otra razón...

-¿Y cuál es? -Pregunto mirándole mientras él me devuelve la mirada.

-Que te podrían matar. -Suelta.

-¿Eso sería lo único que te importaría? ¿Qué me matasen?

-Por supuesto.

El saber que Asher arriesgaría la vida por mí me deja congelada y decidimos volver a casa cuanto antes. Cuando llegamos mi tía, mis padres y los padres de Asher están reunidos en el salón. Hablan de sobre por quién apostarán en la arena y están deseando que llegue el día de las entrevistas. Cuando nos ven nos dicen que les dejemos a solas, por lo que subimos a mi habitación y dormimos toda la noche sin hablar.

domingo, 20 de mayo de 2012

Capítulo 6

Aquí tenéis el Capítulo 6. Espero que os guste y que pronto tenga más gente que me siga en el blog. :D
Tras el numerito de Roxana y las emociones de hoy sólo nos quedamos hasta las 4 de la madrugada en la fiesta. Asher me acompaña a casa y esta vez soy yo la que me despido dándole un beso.
Entro por la puerta y veo que mis padres siguen en la plaza, mi Tía Ely debe de haberse instalado en nuestra casa, como siempre que hace cuando llegan Los Juegos del Hambre. Subo directamente a mi habitación sin pensar en nada más que en la cama solitaria y sin Asher. Entro en el baño y me quito el vestido y todos los kilos de maquillaje que llevo encima. Me pongo un camisón fino color morado y me dispongo a meterme en la cama. Cuando salgo del baño me fijo en que la cama está abierta, mi tía suele dormir en mi cama conmigo cuando viene por lo que no me extraña. Me acerco a la cama y unas manos suaves me cogen de la cintura, si hubiera sido otra persona me abría recorrido por la espalda un escalofrío, pero como no es así me giro y le veo. Ahora que estamos en el primer piso y no en la calle la luz blanca de mi lámpara le hace parecer un espejismo. Le toco la cara para asegurarme de que es cierto y no es un sueño y digo:
-¿Me echabas de menos?
-Los cinco minutos sin ti se me han hecho eternos. -Me besa y sonrío.
-¿No deberías ir a tu casa?
-Sí, pero es que tus padres estaban con los míos y con tu tía y cuando he llegado me han dicho: <Anda ves con ella y no la dejes sola.>
Asher se encoge de hombros, le hago un gesto con la cabeza para tumbarnos en la cama y añado:
-Pues ya lo sabes, no te vayas nunca.
-No pensaba hacerlo de todos modos.
Nos quedamos tumbados en la cama sin hablar, sólo nos miramos y nos besamos.
-¿Puedo preguntarte algo? -Asiento y él continua mientras me acaricia. -¿Qué le dijiste a Roxana cuando te acercaste a ella?
Me quedo pensando y al recordarlo esbozo una sonrisita de superioridad.
-Le dije que no se volviera a acercar a ti. -Me encojo de hombros y le miro para ver su reacción.
Asher se ríe y yo le acompaño. Pensar en Roxana a vuelto a recordarme el odio que la tengo, y con ello Los Juegos Del Hambre. Estar con Asher me recuerda a los tributos del Distrito 2, Cato y Clove, parecían mortíferos, pero sé que entre ellos sufren mucho y no tienen por qué, entre ellos se gustan, fin del tema. También recuerdo a Katniss y Peeta, los del Distrito 12, ella parecía estar en sus cosas, pero él la miraba con un amor infinito y parecía que se daba por perdido. No me gusta mucho esto de la arena pero intentaré convencer a mi padre para poder ir a hablar con Caesar Flickerman y pedirle que le pregunte a Peeta sobre si tiene una chica especial.
Asher me obliga a tumbarme y taparme con las finas sábanas. Y con el recuerdo de los labios de Asher me duermo, mañana será un día muy largo.

sábado, 19 de mayo de 2012

Capítulo 5




Aquí tenéis el Capítulo 5. Este es bastante largo y pasan cosas... :P (Espero que os guste el vestido que he elegido).



Llego a mi casa pensando que dentro de unos días retransmitirán las puntuaciones de los entrenamientos. Allí es cuando los profesionales de los distritos 1, 2 y 4 se aliarán en manada, y si alguno de los otros tributos sacan buenas puntuaciones se replantearán si aliarse con ellos o ser los primeros a los que maten.

Hoy todo el mundo está de celebración y yo me uno a ellos entusiasmada. Me da vergüenza encontrarme con Asher, pero todos los años hacemos las celebraciones juntos, y este año no será distinto.

Hoy decido ir de color escarlata, medias del mismo color con zapatos a juego. Para el pelo no llevo ninguna mecha y decido hacerme dos moños, uno a cada lado, y ponerme una diadema para sujetar los pelos que se quedan sueltos.

Salgo por la puerta y el reflejo de los edificios de deja ciega durante unos instantes. Tardo un rato hasta que mis lentillas rojas dejan de brillar, no tardo mucho en volver a ver pero veo que ha sido suficiente para que Asher se ponga en frente mío y me vuelva a quedar ciega con esa sonrisa.

-Leila, tú tan guapa como siempre y yo con estas pintas. -Dice enseñándome su traje.

La verdad es que no va todavía vestido, pero da igual lo que lleve, siempre está guapísimo.

-Si quieres te ayudo a elegir tu traje. -Le respondo sonriéndole.

-Eso sería una gran ayuda.

Me hace un gesto con la cabeza y yo le sigo, llevamos unos minutos andando y no hablamos, el silencio se vuelve insoportable. Menos mal que él habla antes de que explote.

-¿Quién te ha elegido ese vestido tan alucinante?

-Lo he elegido yo, ¿te gusta? -Giro para que lo vea mejor y cuando paro veo que sonríe.

-Es difícil decir que si cuando tú me gustas más.

Me ruborizo y avanzo aún más deprisa para llegar lo antes posible. Pero Asher me coge la mano y hace que retroceda y me acerque más a él. Quiero decirle algo, como que esto no puede ser o que lo de ayer fue un malentendido, pero él enseguida notaría que miento. Asher me conduce por un callejón para llegar antes a su casa y yo le sigo. Saludamos a sus padres que se miran con una sonrisa cuando nos ven y subimos a su habitación. Abre su gigantesco armario y me hace un gesto para que me acerque. Todo el mundo que vive aquí tiene un armario que ocupa 1/3 de la habitación, y él no es menos, ni yo.

-A ver, ¿de qué color quieres ir? -Le pregunto girándome, ya que se ha tumbado en la cama y me está mirando. Cuando le miro aparta la vista de mí y se pone a pensar.

-No se... ¿Gris?

Yo asiento y le saco unos pantalones grises, una camiseta también gris de manga corta y una chaqueta formal pero informal a la vez. Se lo doy y me tumbo yo en la cama mientras él se cambia.

-Si quieres no miro. -Le digo mientras se quita la camiseta y sonrío maliciosamente.

-No, no me importa. -Se acerca a mí sin todavía haberse puesto la camiseta y me besa. Sus labios son cálidos y me pierdo en ellos, no nos damos cuenta de que sus padres nos miran mientas sonríen. Su padre se aclara la garganta ruidosamente y me obliga a separarme de él.

Asher y yo sonreímos mientras nos seguimos mirando y cuando sus padres se han ido y él se ha terminado de vestir bajamos a la plaza de la mano.

Esta... perfecto. Sus ojos sin lentillas son de un color azul precioso y me permito el lujo de perderme en ellos, pero de repente alguien se pone entre nosotros dos haciendo que nos separemos y pongo cara de odio.

-Hola amor. -La chica, ahora que la reconozco es la odiosa Roxana, se inclina para besar a Asher y él se aparta. Ella besa al aire y pone aire juguetón. Ahora soy yo la que me meto en el medio y Asher vuelve a darme la mano.

-Hola Roxana, ¿qué tal estas? -La pregunto mientras Asher me abraza.

-Ah hola Leila, no te había visto. Pues nada aquí con Asher.

-¿Perdona?

-Roxana. -Dice Asher mientras me sigue abrazando. -Estaba con ella y te has metido en medio.

-Ah pues lo siento. -No creo que esta chica lo haga por maldad pero es que la tengo un odio que no puedo describir. -Venga Asher que va a empezar la fiesta.

Le da la mano y él la aparta.

-¿Me sacarás a bailar no? -Pregunta Roxana. Parece que no se entera de nada y decido dejarle las cosas claras. Antes de que pueda decir algo Asher levanta nuestras manos unidas en respuesta y ella parece no pillarlo.

-Vale pues ya te saco yo. -Intenta separar nuestras manos y yo la aprieto más. ¡Estoy harta de esta tía!

-Roxana, como veo que no pillas las indirectas te lo diré yo. Que Asher está conmigo y que no te va a sacar a bailar. Que nos dejes en paz y que pares de ir detrás de él.

Asher asiente apoyándome y Roxana se queda incrédula.

-Pe...Pero... si tú estás conmigo. -Empieza a salirme una rabia de dentro. Toda la rabia de los Juegos del Hambre quiere salir de dentro de mí. Desearía estar en la arena, ella y yo, destrozarla hasta que no quede nada. Pero Asher me acaricia la cara para que me tranquilice.

-Roxana, tú y yo nunca hemos estado juntos, todo es fruto tu imaginación.-Dice Asher.

-Per... ¡pero... tú me mirabas en clase!

-No, la miraba a ella. -La corrige señalándome.

Claro, yo no sabía bien a quién miraba, pero me gustaba pensar que me miraba a mí, ahora sé que era verdad.

-Entonces... nunca estuvimos juntos... ¿siempre la quistes a ella? -Pregunta Roxana mirándome con desprecio, yo miro a Asher para ver su reacción y una sonrisa dulce se dibuja en sus labios. Me besa y añade:

-Siempre.

Roxana quiere darme un puñetazo, pero como soy bastante ágil le aparto la mano en un movimiento y me pongo a la defensiva. Cuando quiere abalanzarse sobre nosotros para abrazar a Asher y la cojo del cuello y en un movimiento acerco mi cara a su oído y la susurro:

-No te vuelvas a acercar a él. -Me separo de ella todavía sujetándola y añado -:¿Entendido?

viernes, 18 de mayo de 2012

Nuevo blog!

Este blog lo creé por no tener un tema sobre el que escribir un libro, y últimamente he ido teniendo ideas sobre algunos por lo que espero que visiteis mi nuevo blog.
PD: Nos os preocupeis, seguiré escribiendo este.
Visitarme y si quereis afiliarme:
http://monalisaysusonrisa.blogspot.com.es/
Es solo un prototipo y se aceptan criticas (tanto buenas como malas), aportanciones y peticiones.

jueves, 17 de mayo de 2012

Capítulo 4




El día del Desfile. Disfrutarlo :P


Llega porfín el día del desfile y me preparo para verlos. Esta vez llevo un vestido plateado, las uñas y los zapatos del mismo color, a mi pelo moreno le he puesto dos mechas, una a cada lado, color plateado, y me he pintado los labios del mismo color.

Cuando estoy llegando a mi sitio veo que mi padre me dice que tiene una entrada mejor para mí y que me vaya más abajo. Cuando me voy a sentar donde me ha dicho mi padre veo a Asher en el asiento de al lado. Cuando me dispongo a salir de allí antes de que me vea él se acerca a mí y me coge del brazo para que no pueda escapar.

Decido pasar de él y centrarme en el desfile. Van saliendo los carros de los distritos y me quedo alucinada con muchos de ellos, el Distrito 1 va de rosa fucsia, el Distrito 2 va de gladiadores, me fijo en el chico pelirrojo del Distrito 4 que parece muy indefenso. Entonces sale el carro del Distrito 12, no tengo palabras para describir lo que siento, van…perfectos. Katniss y Peeta van cogidos de la mano amistosamente, aun que parece que para Peeta significa algo más… No podría quitar la mirada de ellos nunca, pero Asher me coge la mano y yo no sé la rechazo. Cuando el desfile acaba salgo corriendo para no encontrarme de frente con Asher. Esto es sobrepasar lo que hacíamos antes. Me giro y veo que él viene corriendo detrás de mí. Me paro y me atrevo a mirarle a los ojos. Es un error porque al fijarme en sus ojos rojos, por las lentillas, no puedo apartar la vista.

-Creo que siempre dejamos algo a medias ¿no crees? –Me dice acercándose más a mí.

-No sé, si a ti te lo parece… -Sé que no es la respuesta más adecuada pero en esos momentos no se me ocurría nada distinto.

Cada vez se acerca más a mí y llega un momento en el que me veo arrinconada contra la pared. Sin saber muy bien cómo reaccionar algo en mi estómago se remueve y nuestras hormonas hacen todo el trabajo. Antes de que mi cabeza esté apoyada en la pared me inclino hacia adelante y me doy un cálido beso en los labios. Sus labios, al igual de su traje, están pintados de color rojo. Y cuando nos separamos tengo todos los labios de color rojo y él los suyos de color plateado. Esbozo una sonrisa y antes de irse me da un beso en la mejilla. Es nuestro primer beso, y espero que no sea el último.

miércoles, 16 de mayo de 2012

Capítulo 3



Esta foto es de la madre de Leila, como me la imagino.


Esta noche duermo del tirón, deseando que llegue cuanto antes el día del desfile. Mi padre ha conseguido unas butacas muy cercanas desde las que se verán a los tributos muy de cerca.
Yo, a mis 16 años, soy más madura que cualquiera de mi familia. Mi madre está obsesionada con su aspecto, como todos los del Capitolio. Mi padre trabaja mucho en la tienda de antigüedades, de donde me trae fotos muy bonitas de nuestro pasado, y cada día lleva un peinado de cada color. Mi hermano mayor, Aleo, es un rebelde total. Y mi otro hermano pequeño, Rudy, es pequeño e indefenso.
Esta es mi vida continua en el Capitolio y nunca me permiten cambiarla. Siempre la misma rutina. Entonces es cuando llega mi mejor amigo Asher. No sabría cómo definir nuestra “amistad” si se pudiera llamar así. Él siempre me contaba que chicas le gustaba y sus intentos fallidos de enamorarlas. Yo también le contaba los chicos que me gustaban, pero desde hace unos años ya no hablamos de esos temas. Cuando veo que juega conmigo yo le respondo rápidamente y me alejo corriendo. En estos momentos no puedo describir exactamente nuestra situación.

Capítulo 2



Este capítulo describe un poco la vida en el día de la cosecha. Disfrutarlo: D

Vemos en la enorme pantalla como distrito a distrito van saliendo todos los tributos. Me fijo sobretodo en el fuerte chico del Distrito 2, en la pequeña niña que sale en el Distrito 11 y la que se presenta voluntaria del 12.
Todos parecen buena gente, incluso los profesionales. Lo único que me gusta de las cosechas es ver como los distintos tributos se enamoran de sus compañeros de distrito. Los tributos profesionales del 2 se miran muchas veces de reojo, los del 10 parecen conocerse desde antes y en sus miradas se nota que tienen cosas que contarse. En cambio en el chico del 12 se nota que detrás de toda esa preocupación hay un amor irresistible por su compañera de distrito.
Llego a mi casa intentando recordar los nombres de todos los distritos. Sólo recuerdo los que más repiten constantemente en las repeticiones de la noche. Cato y Clove del Distrito 2, Rue del Distrito 11 y Peeta y Katniss del Distrito 12.
Después de las repeticiones de la noche me voy a mi habitación buscando un poco de tranquilidad fuera de la alegría de mi familia. Un cuarto de hora después entra mi hermano con la cabeza agachada.
-Y que la muerte este siempre, siempre de vuestra parte. -Dice balbuceando y acercándose a mí con una triste mirada.
Tengo la suerte de tener un hermano mayor que anda detrás de una organización que recauda dinero para enviarles a los distritos más necesitados. También se encargan de dar dinero a los mentores de los tributos de Los Juegos Del Hambre. Algún día por fin se dará cuenta de que el dinero que envían a los distritos no llega nunca, ahí es cuando Aleo montará un escándalo y puede acabar muy mal.
Alguien llama a la puerta y voy corriendo a abrir para no seguir soportando la mirada de mi hermano. Aleo viene detrás de mí y cuando abro se apresura a ponerse delante de mí y darle un apasionado beso a la chica de fuera. Cuando se aparta la misma chica me abraza a mí.
-Hola Leila, ¿qué tal lo llevas? -Me pregunta con una sonrisa.
-Hola Amalle. Voy tirando gracias.
Y dicho esto le devuelvo la sonrisa y vuelvo a mi habitación. Amalle no me cae mal, es la novia de mi hermano desde hace ni se sabe cuánto tiempo y al igual que él está en la organización. Sé que algún día se meterán en un buen lío.

martes, 15 de mayo de 2012

Capítulo 1




Aquí os dejo el primer capítulo que espero que disfrutéis mucho :D

Llevo unos cuantos años viendo los Juegos de Hambre y siempre me habría gustado participar en ellos. La gente del sitio en el que vivo siempre disfruta muchísimo con estas cosas, yo he salido diferente. Para ser del Capitolio no es que me gusten los juegos, todo lo contrario, los odio. No entiendo como el presidente Snow puede permitir esta carnicería anual.

Deseo cada cumpleaños poder participar en una cosecha para hacer entender a mis padres y gente que me quiere el dolor que sufren la gente de los distritos. Pero como cada año, mi regalo es rechazado.

-No, no y no. Leila. No puedo permitir eso, les tenemos que dejar ese honor a los distritos. -Me dice todos los años mi padre.

-Pero papá, ¿no ves que para ellos no es ningún honor? -Le respondo cabreada.

Decido retirarme como cada año a mi habitación, en la que estaré 3 o 4 horas hasta que mi madre venga corriendo con cinco vestidos diferentes y un baúl entero con pinturas de todos los colores.

Pasados el tiempo estimado mi madre entra con un enorme vestido azul, atado a la cintura con un lazo del mismo color, y unos labios azules chillón. No quiero ni mirar sus zapatos, que serán del mismo color azulado, y me fijo en el peinado que se ha puesto. Lleva una de sus millones de pelucas color azul y una pequeña horquilla con el símbolo del Capitolio del mismo color.

-Venga Leila que llegaremos tarde. -Me dice colocando encima de mi cama los cinco vestidos.

Uno es de color verde fosforito, otro granate, otro parece que llevo nubes encima, otro es negro con rayas blancas en la espalda (como una mofeta), y el último es de un color morado no muy oscuro sin llegar a lila.

-Ya se cual quiero mamá.-Señalo el de color morado y ella asiente convencida, para seguidamente sacar un baúl del armario y sacar todas las pinturas del color morado que encuentra. Cuando me termino de vestir mi madre me peina y me maquilla. Llevo el pelo en una especie de coleta alta y me a rizado el pelo poniéndome algunas mechas moradas. Nos dirigimos a una gran plaza en la que nos reunimos para ver las cosechas de los distritos.

Cuando llego veo que un niño de mi edad me mira con una gran sonrisa en la cara y yo se la devuelvo. Le conozco demasiado bien para conocer lo que piensa. Me acerco a él y empieza a hablar él antes de que yo pueda abrir la boca.

-Estas muy guapa Lía, como siempre. -Le sacó la lengua y contrarresto el tono con el que ha dicho esas palabras.

-Tu también Asher. -Le doy un pequeño beso en la mejilla y me retiro para encontrarme con mi madre un poco más lejos de allí.